Ramon Moscardó, nacido en Barcelona en 1953, es un pintor postimpresionista cuya obra ha evolucionado a lo largo de los años incorporando influencias cubistas y expresionistas. Su estilo se distingue por una paleta luminosa y cálida, donde predominan los blancos y azules característicos de la pintura mediterránea.

Sus composiciones retratan escenas costumbristas llenas de vida: plazas soleadas, cafés y bares de cualquier ciudad del mundo, interiores de tiendas repletos de objetos y personajes, y ambientes donde gatos y violines conviven como símbolos de intimidad y encanto.

El trazo de Moscardó, poco definido pero virtuoso y audaz, dota a sus obras de una magia visual única. Cada pincelada transforma la realidad en una imagen cargada de atmósfera y emoción.

Viajero incansable, recorre diferentes lugares en busca de nuevas sensaciones e historias que luego plasma en sus lienzos. Su pintura conecta con la tradición mediterránea, pero a la vez incorpora matices contemporáneos que la hacen cercana y universal, atrayendo tanto a coleccionistas como a amantes del arte en todo el mundo.