Narcís Costa, nacido en Girona en 1949, es un escultor formado en la Escuela Eina de Barcelona y en la École des Beaux-Arts de París, donde residió durante cuatro años. En la década de 1970 se estableció en Roses, en el Alt Empordà, desarrollando una obra profundamente ligada a la materia y su historia.

Su trabajo se caracteriza por un tratamiento respetuoso y disciplinado de los materiales, especialmente la madera y el hierro. Costa no busca únicamente reciclar, sino otorgar una segunda vida a objetos y elementos que encierran un pasado. Como él mismo afirma: «Me resisto a que las cosas mueran, no me gusta estar sometido a las reglas del consumo por el consumo».

A través de su maestría y creatividad, transforma materiales “vividos” en esculturas que liberan su esencia y nos invitan a redescubrir su belleza y cualidades. Esta estrategia artística convierte cada pieza en un puente entre la memoria del objeto y su nueva forma, estableciendo un diálogo entre pasado y presente.

La obra de Narcís Costa se consolida como una referencia dentro de la escultura contemporánea catalana, donde la materia no es solo soporte, sino protagonista de un proceso de renacimiento artístico.