Fotografiamos un paisaje cuando lo vemos y nos gusta y transportados por su silencio somos esclavos de su belleza con toda libertad y sin perjuicios ni falsos tópicos. Este es el mundo de este pintor que descubre la magia de un momento y lo detiene con sus pinceles sobre una tela.
Dedicarse a la visión contemplativa hasta que la naturaleza le provoca el deseo imparable de querer atraparla nos da el placer de ver en su obra una plenitud técnica poco usual, solo al alcance de los que han descubierto cómo transformar la luz en color sobre un impecable dibujo.
Veladuras, grosores, gamas, transparencias, perspectivas y contraluces se ponen de acuerdo para ofrecernos de la mano de este gran artista lo mejor de la pintura de paisaje actual.
En la Galería de Arte La Arcada, para vosotros, JOSEP Mª SOLÀ.