1995, Madrid
La obra de esta joven artista tiene vida propia, desprende una energía y una potencia que hace que se sustente por sí misma. No se reduce a mera gestualidad o a unos brochazos descontrolados, es precisamente el primoroso proceso de creación y la experiencia pictórica mediante la cual han sido elaboradas, lo que hace que su condición de producto estético sea secundaria.
Influida por las corrientes del expresionismo abstracto americano y del informalismo español, con artistas como Motherwell, Kline, Tápies y Chillida, al igual que en aquellos, la personalidad de la artista es el desencadenante fundamental de su obra.